Uno de los principios básicos de toda democracia es el respeto a la libertad de conciencia. Por ello la Constitución establece y obliga a cumplir la aconfesionalidad del Estado.
Consideramos que la reiterada y ostentosa participación en estos actos, que las autoridades autonómicas encabezadas por su presidente han convertido en un ceremonial indispensable en la celebración del día de Asturias, no solo vulnera la Constitución sino que atenta contra la libertad de conciencia de los ciudadanos y ciudadanas de Asturias.
La iglesia católica, sus creencias y sus rituales pertenecen al ámbito privado de cada persona pero las autoridades autonómicas se empecinan año tras año en reconocer a la jerarquía eclesiástica el carácter de autoridad pública, asistiendo a sus ceremonias y ritos, como si formasen parte de las propias instituciones de Asturias. Haciendo caso omiso de la Constitución y de otras leyes, nos imponen esta concepción antidemocrática a toda la ciudadanía.
Plataforma Laica de Asturias, 6 de Septiembre de 2008
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